
domingo, 15 de julio de 2018
En el 26

Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
La silla de siempre, balbuceo Emilio, lleno de hastío. La maldita silla que le lastimaba la cintura. Buscó acomodarse apoyando ambas manos ...
-
Verónica despertó esa mañana cubierta entera en sudor. Creía haber tenido una pesadilla, pero no estaba segura. Aún así, se sentía perturba...
-
Hubo una vez un sueño que me espanto tremendamente - comenzó diciendo Emilio, con la voz pesada y ronca de siempre, con los ojos empañado...
Me gusta leerte en voz alta. Un abrazo.
ResponderBorrarLeer en voz alta es transportar el texto a la realidad. Gracias.
BorrarY escuchar el sonido de las palabras como caídas del cielo del techo.
ResponderBorrar