¡Linda!, escuche a lo lejos, como un murmullo desordenado que me llegaba por encima del hombro izquierdo. Nunca me doy vuelta. Camino siempre apurada y cruzo la calle para llegar al subte. A medio tramo de escalera una mano abrazó mi campera. Casi sin mirar me corro a un costado, me safo de tu abrazo, que no sabia que era tuyo y escapé. Bajé a tropiezos y el molinete me rescato. Vos de un lado y yo del otro. Recién ahí te veo y te reconozco. Pierdo un tren, o quizás dos. El tiempo ya no significa nada. El espacio es lo que ahora importa. Te bastaba cruzar pero no lo hiciste. Estiraste la mano y no alcanzo. Me perdí un momento en tu cara de miedo. Supe de inmediato que se me venían abajo todos los estantes. Vos de un lado y yo del otro. Otra vez el ruido a metal que grita injuriado. Los faroles que se acercan haciéndose lugar a través del túnel. El tiempo. Las puertas se abrieron y entre. Te bastaba cruzar, pero no lo hiciste. Si hubiéramos tenido un piano de fondo, habría sido un gran final.jueves, 16 de agosto de 2018
Porteñito
¡Linda!, escuche a lo lejos, como un murmullo desordenado que me llegaba por encima del hombro izquierdo. Nunca me doy vuelta. Camino siempre apurada y cruzo la calle para llegar al subte. A medio tramo de escalera una mano abrazó mi campera. Casi sin mirar me corro a un costado, me safo de tu abrazo, que no sabia que era tuyo y escapé. Bajé a tropiezos y el molinete me rescato. Vos de un lado y yo del otro. Recién ahí te veo y te reconozco. Pierdo un tren, o quizás dos. El tiempo ya no significa nada. El espacio es lo que ahora importa. Te bastaba cruzar pero no lo hiciste. Estiraste la mano y no alcanzo. Me perdí un momento en tu cara de miedo. Supe de inmediato que se me venían abajo todos los estantes. Vos de un lado y yo del otro. Otra vez el ruido a metal que grita injuriado. Los faroles que se acercan haciéndose lugar a través del túnel. El tiempo. Las puertas se abrieron y entre. Te bastaba cruzar, pero no lo hiciste. Si hubiéramos tenido un piano de fondo, habría sido un gran final.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
Con mucha felicidad nos hemos mudado al sitio: www.escriarte.com Allí esperamos seguir creciendo y uniendo arte con palabras. Gracias mil ...
-
La silla de siempre, balbuceo Emilio, lleno de hastío. La maldita silla que le lastimaba la cintura. Buscó acomodarse apoyando ambas manos ...
-
Verónica despertó esa mañana cubierta entera en sudor. Creía haber tenido una pesadilla, pero no estaba segura. Aún así, se sentía perturba...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
ExpressAte sin aluciones político-religiosas malintencionadas. Gracias!