Cuando tenia 12 años vi una película en la que un delfín le salvaba la vida a una nena y luego moría. No recuerdo el nombre ni la trama completa. En mi mente infante solo perduro esa imagen, parte película, parte construcción mental inconsciente. Al otro día escribí un poema sobre el sueño que esa imagen me había regalado. Recuerdo perfectamente pensar que era un texto malo, feo, difícil de entender. Recuerdo también a mis padres, sentados juntos en el borde de la cama grande, leyéndolo. Otra imagen que quedo impactada en mi memoria como calcomania de paragolpes. Ellos. El papel manuscrito. Sus caras de asombro. La sonrisa de papa.
Ese fue el primer día del resto de mi vida. Mi vida en letras.
Rodando sobre un camino empedrado y sinuoso, voy intentando textos. Intentando como se intenta un baile, una melodía. Ritmos, combinaciones, estilos. Porque cuando uno siente que tiene algo para decir, necesita compartirlo. Contarlo.
Sin mas preámbulos, la idea de este blog que acaba de nacer es esa, compartir narrando. Leernos. Debatir. Aprender. Y sobre todo conectar.
Porque comunicar es un arte, y mas aun si se comunica narrando.
Nos estamos leyendo!
Fulanita
Cuando el alma y los sentimientos hablan , no hay nada mas que decir. Todo fluye ....y esa sensacion de compartir lo que viene desde lo mas profundo es magica .
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