Así como es
en el cielo, es en la tierra,
Espejo infinito
de luz reflejada.
La inmensidad
presente está en su anchura,
Y en lo hondo
la vida nada.
Tan tímidas
son las pinceladas de hierba,
Que pálidas
quedan ahogadas en cristal.
Semejante utopía
maestra,
No ha de ser
algo real.
Sin embargo aquí
me hallo,
Descalza para
no resbalar.
Tan fría, tan
clara, tan descomunal.
Tanta pureza
en el aire me hace tambalear.
Y es que tal
inmensidad debería ser pecado,
Acongojado el
corazón sostengo en la mano,
Incrédulo y
envidioso corazón,
Corazón decepcionado.
Tanta belleza
en el mundo y el hombre tan desamparado.
Me encanto!!
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